Por primera vez en la historia las actividades humanas están alterando el clima del planeta entero. En menos de cien años, los humanos hemos disminuido considerablemente el grosor de la capa de ozono, mediante el uso indiscriminado de hidrocarburos fósiles, la destrucción de los bosques, etcétera… pero, sobre todo, por ignorancia y falta de conciencia.
A menos de que se reduzca la contaminación, el clima estable y hospitalario en el que se ha construido la civilización podría convertirse en cosa del pasado.
Cuando el efecto invernadero (el generador del calentamiento global) funciona con normalidad, mantiene al planeta caliente. Los gases naturales de la atmósfera forman un manto que permite a la luz solar llegar a la superficie terrestre, pero evita que el calor se escape (como ocurre en los invernaderos, de ahí su nombre); esta cubierta de gas mantiene el calor cerca de la superficie y calienta la atmósfera. Pero cuando hemos roto un equilibrio tan delicado es muy difícil que esto ocurra.
Conforme el ozono disminuye, la Tierra recibe más radiación ultravioleta, lo cual promueve el cáncer en la piel, las cataratas y mengua el sistema inmunológico humano. Entre más radiación ultravioleta penetre a la atmósfera, empeorarán los efectos en la salud, se reducirán la producción agrícola y la población de peces, y se afectará el bienestar de cada ser del planeta.
A pesar de todo lo anterior ¿Qué hacemos para evitar el calentamiento global? Es cierto que nadie podrá cerrar el hoyo de la capa de ozono en la Antártica, pero todos podemos prevenir su extinción.
Ya es tiempo de crear una toma de conciencia: las instituciones solas jamás podrán resolver los problemas que se acumulan de las acciones (aparentemente ilógicas) de millones de individuos: Mi basura, el uso ineficiente del auto, utilizar el agua de otra persona, todo hace que el planeta sea menos habitable para todos, inclusive para las nuevas generaciones, a las que sólo les heredaremos problemas. Pero hay que recordar: así como somos la razón del problema, también podemos crear la solución.
De ahí la importancia de presentar de una manera gráfica el resultado de “un mundo más avanzado” en cuestiones ecológicas, pero todavía muy atrasado en el cuidado de su propio hogar.
Una cámara y nuestra imaginación
Poder captar un segundo a través de un tercer ojo que registra colores inimaginables para los seres humanos, parece un texto tomado de cualquier novela de ciencia ficción. Sin embargo, convivimos con esa experiencia cada vez que observamos a la modelo anunciando un bello cosmético, o nos enteramos con quién sale el galán de moda; mediante una máquina compleja pero a la vez maravillosa, capaz de trazar mundos diversos utilizando sólo un botón disparador. Me refiero a la cámara, esa caja obscura que juega con la luz, engañando a nuestra visión y el tiempo, ya que nos permite capturar un beso, una lágrima, incluso un movimiento.
La fotografía, hija de la cámara y de nuestra imaginación, porqué no decirlo, en la actualidad toma un papel fundamental no sólo en el ámbito de la comunicación, ya que cada quien puede darle el valor –monetario o sentimental- que desee. Sin embargo, el poder captar una imagen interesante combinando luces, trucos y un bueno o mal pulso, según sea el caso, es para mí, una experiencia realmente satisfactoria. Me emociona la idea de tener cerca mis recuerdos a tan sólo un vistazo, recordar los viajes a la playa, el primer novio, los Quince de la prima del vecino, y cientos de momentos que nunca volverán, porque el tiempo jamás mira hacia atrás, además de las sensaciones que provocan el poder absorber imágenes a través de una lente, orgullo, alegría, tristeza, frustración, etcétera.
Nos guste o no, la fotografía es algo más que la imagen capturada, es la unión de sentimientos e ideas que expresa, la que clasifica si es buena o mala; no conozco ningún otro criterio mejor que éste.
Quizá para algunos, esta práctica haya resultado de lo más sencilla; rápidamente -si se tiene el talento o la experiencia-, se obtuvieron los resultados esperados; para otros, quizá, tan sólo habrá sido un trabajo más, pero para aquellos que no cuentan con esa habilidad, como yo, resulta un reto, donde se conjugan oportunidades e imaginación. A pesar de ello, poder presentar un trabajo de esta índole resulta gratificante, sobre todo porque adquieres experiencia, la que lamentablemente no es tan apreciada como el dinero o una calificación, pero es lo único que conservas en el largo camino de la vida, cuyo alimento principal no se puede comprar en el supermercado u operar para que sea bonito. Esto, creo yo, es la inspiración: una mariposa ciega, que alumbra sin importar si el diafragma está abierto, o el obturador muy lento. Me imagino que ha de ser ciega, ya que si pudiera ver, serían casi nulos los privilegios con su presencia.
En fin, a veces, después de un comentario así, me siento patética. Escribir tanto, sólo para decir que me gustó tomar fotografías… XD
sta lindO
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